lunes, 9 de marzo de 2015

Unidad 2 Actividad Integradora: El funcionamiento de los sistemas políticos internacionales

Descripción del sistema político de Guatemala:

El sistema político presidencialista guatemalteco se ha degenerado hasta convertirse en una especie de residencialismo bonapartista, el Organismo Legislativo sigue teniendo una importancia clave y fundamental. Amparado en los mandatos constitucionales, el Congreso de la República tiene un poder institucional extraordinario, pudiendo incluso reformar la Carta Magna. No menos importante es este poder público producto de su inherente competencia para nombrar o remover a importantes funcionarios del Estado, especialmente aquellos ligados al Organismo Judicial. Por lo tanto, una reforma real del sistema de justicia en Guatemala requiere ciertamente la elección de magistrados honestos, respetuosos de la ética pública y valiente para favorecer la vigencia del Estado de Derecho, observantes consumados de la imparcialidad y la implacabilidad en la aplicación de la ley.

Pero analizando ese comprometido esfuerzo por reformar el sistema de justicia en Guatemala, puede apreciarse que hay algunos errores de fondo y de forma. Primeramente, tratar de reformar un sistema de justicia a partir del requerimiento de intenciones de parte de un Congreso de la República integrado en su mayoría por parlamentarios de cuestionada trayectoria civil, lo que resulta complicado, e incluso improcedente. Hubiera sido mucho más viable empezar con la reforma política del Estado a partir de promover organizaciones político-partidarias integradas por personas comprometidas con la ética pública. Si tuviéramos un Congreso integrado por una mayoría de diputados prestigiados y responsables, este mismo ente institucional haría por sí solo la tarea de elegir a los mejores magistrados, desechando de inmediato candidatos vinculados a la corrupción y el crimen organizado. Pero dado que no es así, las organizaciones de la sociedad civil han tenido que luchar frontalmente contra las decisiones deliberadas, cuestionadas y perversas de un Congreso que no se rige por la normativa constitucional ni por la ética pública.

Descripción del desempeño del estado:

El Estado Guatemalteco se organiza para proteger a la persona y la familia, su objetivo principal es el bien de cada una de las personas, al crear las condiciones de crecimiento e igualdad de oportunidades para que alcancen el mejor nivel de bienestar posible.

El Estado Guatemalteco como sociedad políticamente organizada es el responsable de la administración de los recursos de su población y es quien debe coordinar los esfuerzos públicos, privados y sociales para el bien de toda la sociedad.

Es deber del estado guatemalteco es de asegurarle a los habitantes del país la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral.

También debe prever un sistema que permita que las personas reciban atención médica cuando la necesiten, así como la educación para la niñez y la juventud. Otra de sus funciones es favorecer las comunicaciones entre la población; por ejemplo, hacer caminos y carreteras, poner teléfonos.

Descripción de la estructura política:
La Firma de la Paz para los revolucionarios guatemaltecos significaba un cambio radical en su estrategia, la que necesariamente debía continuar siendo revolucionaria; al pasar de la lucha político-militar, a la lucha eminentemente política; y ésta se tenía que desarrollar en el marco institucional, legal, político, social y económico, determinado por una incipiente democracia de orígenes liberales, con una fuerte influencia del reciente pasado dominado por los militares y el poder económico oligárquico.

Una de las principales limitaciones que había que superar, y en esto había suficiente comprensión, es la estructura del sistema político guatemalteco, el que a todas las debilidades de una democracia liberal, le suma unos orígenes que limitan de manera sustancial sus posibilidades de ser representativo y funcionar como un mecanismo de intermediación entre las reivindicaciones sociales y el Estado. Estas debilidades, se encuentran en los orígenes del Estado en el que se basa el sistema político guatemalteco, como un mero mecanismo de legitimación de un sistema de explotación y opresión.

Por todo lo anterior, uno de los principales objetivos del los acuerdos de paz en el área política, es el de realizar una profunda reforma del sistema electoral, de la ley y a partir de ello, de las condiciones en que se desarrollan los limitados espacios de participación democrática. Crear y fortalecer la institucionalidad de los partidos, para que puedan intermediar los intereses de los grupos populares y la sociedad en general es un objetivo estratégico.

Sistema electoral:

La debilidad organizativa se empezó a visualizar con la imposición de lo electoral que generó la fracción dominante en la izquierda, haciendo de ésta una acción que llevó a debilitar cada vez más su lucha política. Esta orientación se plasmó en el freno a la movilización social con supuestas intenciones de no desgastar al otro actor de los acuerdos de paz, la oligarquía representada en un primer momento por el liderazgo autoritario de Álvaro Arzú (1996-2000). Paulatinamente, el desgaste de esa lógica, la falta de un programa político revolucionario, los conflictos internos irresueltos, las prácticas conservadoras y hasta cómplices –por acción u omisión- con políticas de derecha, la carencia de liderazgo, la pretensión de llevar toda movilización social al ámbito de la “lucha” parlamentaria, la incapacidad para dirigir políticamente, la carencia de recursos económicos, se constituyeron en un conjunto de elementos que hacen imposible pensar en una izquierda capaz de competir por el gobierno en el ámbito electoral, luchar por la toma del poder.

Más allá de los resultados electorales que no pueden sino ser asumidos como un criterio de verdad, la serie de rezagos o desviaciones enunciadas, hacen prever que la izquierda se mantendrá en la marginalidad, desparecerá como organización electoral o se derechizará a tal punto de negociar con fuerzas de derecha como sucedió con la ANN, hoy en franco co-gobierno a la cola con el gobierno de la UNE y Colom, como se concretó con expresiones oportunistas de la mal llamada sociedad civil, o como se expresó en el “voto útil”, que no obstante la declaración pública de “neutralidad” y de dejar en libertad a sus “bases”, se concretó en la práctica desde URNG.

Complementariamente, las condiciones del sistema político siguen siendo las mismas y más profundas. Sólo quien cuenta con los recursos financieros suficientes, siendo capitalista o vendiéndose al mejor postor, puede participar “competitivamente” en el ámbito electoral. Es un sistema en el cual la institucionalidad articula (a través del voto, la amenaza o el clientelismo) al mismo tiempo que excluye (como sucede con los Pueblos Indígenas); los valores dominantes son la expresión de falta de ética; las relaciones clientelares se imponen por sobre la búsqueda de una alternativa de solución a los problemas nacionales; se carece de representación de los distintos sujetos y de intermediación de los intereses de las grandes mayorías; la influencia y hasta determinación que ejercen poderes oligárquicos, mafiosos e imperiales. Todo ello configura un sistema político que garantiza esencialmente la sustitución de unas elites por otras, que impide la participación protagónica de los sujetos histórica y estructuralmente oprimidos, y que garantiza la reproducción del régimen político y económico, el cual es reproducido por el Estado, los partidos políticos y buena parte del liderazgo social y político.
Políticas, planes, leyes y reglamentos:

Su objetivo, de acuerdo con sus estatutos, es facilitar el logro de un genuino Estado de Derecho para Guatemala mediante ciertas enmiendas parciales a la Constitución que para nada toquen su cuerpo pétreo o dogmático y que, por lo tanto, no requieren de una convocatoria a una asamblea constituyente.

De ser aprobada según el trámite de la Constitución vigente, permitiría afrontar y resolver los problemas más ingentes de nuestro pueblo, tales como esos altísimos niveles inaceptables de violencia, también de deserción paterna, de desnutrición infantil, de pobreza, injusticia, ignorancia e ineficiencia y corrupción en el sector público y en el privado, índices que todavía nos mantienen de rodillas en el suelo de un anacrónico e injustificable subdesarrollo. No por ausencia de leyes, como lo prueban los sucesivos regímenes constitucionales que el país se ha dado a lo largo de la historia, y todas las codificaciones que les han sido subalternas.
 Temas prioritarios en la agenda internacional: salud, medio ambiente y derechos humanos.

Derechos humanos:


Guatemala vive un proceso extendido en América Latina de desgaste precoz del sistema democrático, que es ocasionado por el desencuentro entre el funcionamiento de las instituciones y las demandas de la sociedad. El advenimiento de la democracia coexistió durante una década con el conflicto armado. En esas condiciones el ejercicio de las libertades públicas y el avance en materia de derechos humanos fue inicialmente lento, a pesar de que existían poderes Ejecutivo y Legislativo elegidos.

Se pensó que la firma de la paz, en diciembre de 1996, significaría el relanzamiento de una democracia no sólo plena en materia de derechos civiles y políticos, sino también eficaz en la solución de los grandes problemas de pobreza, estabilidad institucional y cultura de la violencia.

Los acuerdos de paz se firmaron como una suerte de programa de lo que la sociedad y el Estado guatemaltecos debían ser. Un programa cuya viabilidad y cumplimiento, en las condiciones históricas de Guatemala, no fue suficientemente evaluada.

Es verdad que los acuerdos han significado un impulso nuevo en materia de libertades públicas y derechos humanos. El Estado es más democrático después de la firma de los acuerdos, pero en su conjunto, Guatemala, además de sus indicadores históricos de desigualdad, sigue atesorando resabios de autoritarismo, racismo y violencia.

Tradicionalmente la sociedad ha tenido una drástica segmentación producto de muy desiguales accesos a la riqueza, la educación y el status social, mezclados con muy profundas diferencias étnicas. Lo étnico y lo económico social tienden a fusionarse. Los indígenas constituyen la población más pobre de la sociedad. Y en las cúspides del poder económico, político, social o cultural casi siempre habitan guatemaltecos de procedencia blanco mestiza. Los puentes entre los distintos estratos de esa sociedad tan diferenciada han sido débiles o inexistentes.

Los sectores poderosos de la tierra, el comercio, la industria y la banca tienen articulaciones añejas con el poder militar y juntos han controlado en medida considerable el poder político, sea éste ejercido por civiles electos o militares dictadores. Los otros segmentos subordinados de la sociedad civil tienen también algún grado de organización y capacidad de movilización pero su articulación con los poderes estatales ha sido muy débil.

Los movimientos sociales tradicionales se debilitan en Guatemala como en otros países (sindicatos, organizaciones campesinas). Pero hay, con presencia visible o en estado latente, nuevos actores sociales que deben ser tomados en cuenta para que la concertación no sea exclusivamente con los sectores copulares de la sociedad. El movimiento por los derechos humanos tiene una presencia importante en la vida política. Las mujeres, los indígenas y los emigrantes son actores sociales de una enorme potencialidad, que vinculados con otros, como los pobladores, pueden contribuir a diversificar la estructura social del poder, permitiendo que el Estado procure una interlocución plural con la sociedad.

Otro actor fundamental de la vida guatemalteca es la comunidad internacional. Las embajadas de Estados Unidos, México, Taiwán, Japón, la Unión Europea y la MINUGUA son actores fundamentales en el quehacer político.

En Guatemala hay síntomas de agotamiento de todas las instituciones que constituyen la estructura del sistema democrático. Las encuestas revelan desde hace varios años que la sociedad pierde crecientemente la confianza en que la democracia pueda resolver adecuadamente sus problemas de empleo y salario, pobreza y desigualdad, inseguridad ciudadana y jurídica, calidad de la educación y eficiencia de los servicios públicos. Las mismas encuestas reflejan que los actores principales del funcionamiento democrático (Congreso, gobierno, sistema judicial, partidos políticos e incluso los medios de comunicación y la cúpula empresarial), tienen una baja valoración en la ciudadanía.

Salud.

La crisis económica que vive el mundo globalizado incide directamente en la eficiencia y eficacia de los Sistemas de Salud, determinando la proyección de reformas, tomando como eje central la Atención Primaria, proceso denominado renovación de la APS, cuyo enfoque son los Determinantes Sociales de la Salud. Guatemala afectada por esta crisis, con un Sistema de Salud fragmentado y segmentado, con indicadores negativos, un déficit de médicos, enfermeras y técnicos e insuficiente formación de este recurso y sin carrera administrativa dentro del MSPAS no ha dado respuesta a los problemas de salud que afectan la población, planteándose en sus prioridades la formación de recursos humanos. En este proceso de cooperación internacional con Cuba, aplicando como principio, la formación de recursos con programas pertinentes de ejecutar en el servicio donde trabajamos, estudiando los procesos formativos en especial, la formación de técnicos de salud, tomando como base los desafíos mencionados y las posibilidades de estar insertados en el Curso de Líderes en Salud Internacional, propusimos investigar la formación de técnicos de la salud en Guatemala como tema país, desarrollándola en el marco conceptual de la Salud Pública Internacional, de forma tal que las propuestas que realicemos en el modelo de formación, sean factibles de aplicar en este país, de forma pertinente y racional, desarrollando un modelo de formación en consonancia con las condiciones existentes y realizables para todos los países involucrados en el proyecto.

Medio ambiente.

Muchos ambientalistas apoyan el concepto de “desarrollo sostenible” y creen que el crecimiento Guatemalteco puede contribuir a mejorar el medio ambiente si es manejado con propiedad. Existen también quienes mantienen el paradigma de limitar el crecimiento, en el cual la liberalización comercial contribuye a una mayor actividad económica y por lo tanto a más contaminación y a un consumo insostenible de recursos naturales. A pesar de estas dos posturas, aun quienes encuentran atractiva la idea del desarrollo sostenible, temen que, en la práctica, los instrumentos de política ambiental no estén lo suficientemente desarrollados para soportar las presiones de la globalización.

El Desarrollo sostenible ha sido difícil de definir y aún más difícil ha sido ponerlo en práctica. Está claro que la pobreza puede forzar a las personas a tomar decisiones de corto plazo que degradan el medio ambiente; por ejemplo, la tala de árboles para utilizar la madera como fuente de energía (estufas de leña, generación de calor, etc.), sin tomar en cuenta la probabilidad de una futura erosión de la tierra. Sin embargo, la esperanza de que la liberalización comercial vaya a conducir a un crecimiento económico que alivie la pobreza y genere recursos para inversiones ambientales, algunas veces parece descansar en una tenue cadena de eventos, la cual puede presentar dificultades bajo las condiciones del mundo real.

Es útil discutir estos temas en términos de la Curva Ambiental de Kuznets, los ambientalistas van a estar siempre preocupados por las sociedades que están viviendo en la porción de la curva en la cual el crecimiento va acompañado de una degradación del medio ambiente, aun y cuando se demuestre que las personas están ganando otro tipo de bienestar. Podría disminuir las tensiones con los grupos ambientalistas si lograran encontrar la forma de reducir la duración y la intensidad de la degradación ambiental mientras los países de ingreso bajo alcanzan un ingreso medio. También deben comprender que ignorar completamente la contaminación en tanto se alcanza un ingreso medio es un serio error de política. Algunas inversiones ambientales, como cuidar el agua potable, tienen un cociente beneficio-costo tan alto que hasta los países más pobres deberían realizarlas.

La cual tanto el crecimiento como la calidad de medio ambiente están mejorando en Guatemala, muchas corrientes ambientalistas expresan su preocupación sobre si es que el creciente bienestar o el crecimiento poblacional puedan elevar el consumo a niveles con los cuales se ponga en riesgo el desarrollo sostenible. Sin embargo, economistas dedicados al estudio del desarrollo han demostrado que el crecimiento poblacional disminuye al incrementarse el bienestar y quizás se tenga que hacer un poco más para demostrar que la reducción de la pobreza es crítica para el control de la población, y cómo maximizar la posibilidad de que el crecimiento mejore la calidad ambiental.

Finalmente, algunos daños ambientales aparentemente no se reducen cuando aumenta el ingreso. El bióxido de carbono, por ejemplo, continúa aumentando, a una tasa cada vez menor, a medida que el PIB percapita se incrementa. Puede ser que aun para las emisiones de bióxido de carbono se alcance la porción decreciente de la CAK a cierto nivel de ingreso, pero ninguna sociedad ha alcanzado el nivel de bienestar requerido para ello. Hasta que esto ocurra, podrían ganar credibilidad al aceptar que el bienestar no es la cura para todos los problemas ambientales. El comercio tiene un efecto positivo sobre el medio ambiente solo si la política ambiental avanza al mismo ritmo que la liberalización comercial. Sin embargo, las fallas institucionales en el campo del medio ambiente provocan que no se cumpla el requisito de que la liberalización comercial y el desempeño ambiental deben desarrollarse paralelamente. En cuanto a esto, se deberían tomar con mayor seriedad la necesidad de encontrar las estrategias de política que conduzcan a una CAK más corta y achatada.

Políticas internacionales:

Debe llevar un planteamiento que aborde el nuevo orden internacional. Este tema recurrente siempre es importante definirlo en sus nuevos esquemas multipolar en lo económico, bipolar en lo social y unipolar en lo militar, para comprender la realidad de la política internacional.

La multipolaridad económica ha permitido el ingreso al escenario del mundo financiero internacional, de nuevos actores que aportan conceptos diferentes e inéditos, ya que el mismo estuvo configurado por opiniones mercantilistas de tipo consensúales: considerando que el anglosajón privilegia el individualismo, el alemán conserva sus matices proteccionistas y el japonés es solidario y dirigista.

Gran parte de la direccionalidad de la política internacional, ahora sin el ingrediente ideológico de la guerra fría, depende de los mandos de la opinión pública interna, que está condicionada por el quehacer político domésticos y sus desafíos en el Orden Interno.

Lo cierto es que a pesar de esta nueva configuración mundial, América Latina todavía se encuentra relegada en el nuevo Orden Internacional. A la aplicación de corrientes neoliberales en los esquemas económicos, han surgido alarmantes signos de pauperización a sus ya tradicionales problemas de miserias. A este cuadro se añade el terrorismo y la subversión, fuerte y profundamente relacionados con el narcotráfico. Sin embargo por las corrientes integradoras, las medidas de confianza y el acercamiento de las poblaciones y sus respectivas fuerzas armadas, han disipado las percepciones de amenaza, históricamente se tuvieron en esta región.

La posguerra fría, que ha tomado por sorpresa al área sudamericana, presenta algunas inquietudes muy alarmantes y una de las principales es la conceptualización que nuestra región tiene de la seguridad. Estos están cifrados en sus objetivos propios y en sus aspiraciones regionales, en sus necesidades básicas y en sus sistemas de valores, así como en la necesidad de definir concretamente las amenazas. A pesar de que actualmente se hable de "seguridad compartida", se entiende que la misma no siempre es complementaria de otros actores regionales, como Estados Unidos y las naciones europeas.

Prioridades políticas del país latinoamericano (las compara con las de la agenda internacional):

Uno de los pilares de la Política Exterior de Guatemala se fundamenta en el fortalecimiento del multilateralismo. Para ello, es necesario que países pequeños como Guatemala aprovechen los organismos internacionales como tribunas para hacer valer sus derechos, defender sus intereses y promover los principios e ideales de la democracia, estado de derecho y de respeto a los derechos humanos.

Guatemala continuará contribuyendo a que los organismos internacionales tengan un tratamiento equitativo con todos los Estados, sin importar su tamaño, y que éstos se conduzcan de una manera efectiva, objetiva, transparente y constructiva.

Por ello, Guatemala es miembro actualmente de 17 comisiones, comités, consejos y juntas ejecutivas dentro de las Naciones Unidas, la OEA, AEC y otros organismos internacionales y regionales, que reflejan el compromiso del Estado de Guatemala de no solo contribuir a los trabajos de dichos organismos sino también aprovechar la plataforma que éstos representan para defender y promover los intereses del país. Es importante subrayar que más de 13 de esas membresías tienen mandatos que expiran más allá de 2007, lo que permitirá a Guatemala seguir proyectándose efectivamente a nivel multilateral.

Guatemala es miembro de los siguientes Organismos Internacionales:

1. Organización de las Naciones Unidas - Nueva York, Ginebra, Viena, Kenia
2. Organización de Estados Americanos - Washington (EE.UU.)
3. Asociación de Estados del Caribe - Trinidad y Tobago
4. Secretaría Iberoamericana -SEGIB- Madrid (España)
5. Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) - Viena (Austria)
6. Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI) - Washington (Estados Unidos de América) [Grupo del Banco Mundial]
7. Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) - Montreal (Canadá)
8. Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) - Viena (Austria)
9. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) - Roma (Italia)
10. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) - París (Francia)
11. Organización del Tratado de prohibición de los ensayos nucleares (CTBTO) Viena (Austria)
12. Organización Internacional del Trabajo (OIT) - Ginebra (Suiza)
13. Organización Marítima Internacional (OMI) - Londres (Reino Unido)
14. Organización Meteorológica Mundial (OMM) - Ginebra (Suiza)
15. Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) - Ginebra (Suiza)
16. Organización Mundial de la Salud (OMS) - Ginebra (Suiza)
17. Organización Mundial del Comercio (OMC) - Ginebra (Suiza)
18. Organización Mundial del Turismo (OMT) - Madrid (España)
19. Organización para la Prohibición de las Armas Químicas - (OPAQ) - La Haya (Países Bajos)
20. Tribunal Penal Internacional para Rwanda, Arusha (Tanzanía)
21. Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (ICTY) - La Haya (Países Bajos)
22. Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) - Ginebra (Suiza)
23. Unión Postal Universal (UPU) - Berna (Suiza)






¿De qué forma el sistema político del país con el que quieres establecer relaciones impacta en tu organización?
Al realizar un análisis del sistema político guatemalteco, existe una relación congruente con el Servicio de Administración Tributaria de México, toda vez que ambos países realizan un estudio sobre la economía informal en Guatemala y en México y su grande incidencia en el ámbito fiscal. Para poder apoyar las políticas de empleo y educación, definiendo una metodología, y desarrollando políticas a nivel macroeconómico, para dar un seguimiento al sector informal y así reducirlo.

Identificar modelos técnicos, herramientas, y efectos que los elementos políticos que puedan tener sobre la recaudación en ambos, y así poder desarrollar e implementar sistemas y metodologías para la aplicación de proyectos por áreas para el reforzamiento de la gestión en el Servicio de Administración Tributaria y la Superintendencia de Administración Tributaria para evitar la doble tributación.
Fortalecer los sistemas administrativos, financieros e informáticos al Ministerio de Economía y SHCP, así como mejorar por medio de incentivos no fiscales a los consumidor, usuarios y de política industrial en ambos países.

Consolidar institucionalmente la Superintendencia de Administración Tributaria, incrementando el nivel de conocimientos, capacitando docentes, personal, y estudiantes, conjuntando fuerzas entre el SAT de México y la Universidad Galileo de Guatemala.


¿Por qué es importante tomar en cuenta el sistema político internacional y el sistema político del país que elegiste al momento de tomar la decisión de establecer relaciones (comerciales, culturales, etc.) a través de tu organización?

En materia económica, comercial y financiera, los Presidentes de México y Guatemala manifestaron su satisfacción por los resultados obtenidos en los primeros cuatro años de vigencia del Tratado de Libre Comercio entre México y los países del Triángulo Norte. En particular destacaron el nivel sin precedentes que han alcanzado los intercambios entre México y Guatemala, así como el incremento en más de cien por ciento de las exportaciones guatemaltecas al mercado mexicano desde la entrada en vigor del Tratado.

Coincidieron en la necesidad de continuar difundiendo entre el sector empresarial de ambos países los beneficios que otorga el Tratado de Libre Comercio, con objeto de lograr su mejor aprovechamiento. Asimismo, expresaron su beneplácito por el clima favorable a las inversiones que ha generado el Tratado, lo que ha permitido un creciente flujo de inversión mexicana hacia Guatemala.

Al respecto, instruyeron a las autoridades correspondientes de ambos países a continuar impulsando las inversiones bilaterales, en particular para el fortalecimiento de cadenas productivas y/o de distribución o comercialización en los respectivos mercados o hacia terceros países, en sectores como el textil y de confecciones; forestal y muebles; productos químicos e industria del plástico, entre otros. Adicionalmente, los Presidentes reiteraron el interés para que se promueva y facilite la celebración de alianzas estratégicas y de consorcios empresariales binacionales entre México y Guatemala.

Manifestaron su satisfacción por la XXIV Renovación del Acuerdo de San José, a partir del 3 de agosto de 2004, mediante la cual México pone a disposición de los países participantes, entre ellos Guatemala, 80 mil barriles diarios de petróleo crudo y/o productos refinados. Asimismo, destacaron los esfuerzos realizados por México para una mayor utilización y aprovechamiento del Acuerdo, a partir de su importancia en el financiamiento de proyectos de desarrollo económico y social.

Información extraída de:

www.guatemala.gob.gt
http://es.wikipedia.org/wiki/Guatemala
http://espanol.mapsofworld.com/continentes/norte-america/guatemala/economia-de-guatemala.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Pol%C3%ADtica_de_Guatemala



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